RAT es mi contribución al mercado en lo que se denominan "Proyectos Bicicleta". Se venden como un Porsche, pero en realidad tienen carcasa de bicicleta. El Brown-flow, por así decirlo, suele seguir las siguientes pautas:
Comercial: (delante de un cliente) Nosotros tenemos una herramienta estupenda, que hemos implantado ya en varios clientes y que hace justo lo que necesitas. Funciona con tecnología de forlayos y gamusinos... etc. etc.
De algún modo, el cliente es convencido y contrata el proyecto. Desde ese momento, transcurre un periodo de tiempo indeterminado y oscuro (y del que poco se sabe) hasta que el pliego u oferta una vez vendido llega a Consultorcillo.
Jefe: Consultorcillo, tienes nuevo proyecto. Aquí tienes la oferta. Mucha suerte.
Cuando Consultorcillo mira para atrás, Jefe ya no está y Comercial está muy ocupado. Se encuentra solo. Realmente, la herramienta de Consultorcillo no es más que un Excel, con alguna formula y una macro que programó alguien que nisiquiera ya está en la empresa.
Jefe: Por cierto, tienes dos meses. Y hay que hacer una herramienta. No me preguntes más.
De este modo, el Excel se convierte en un super-excel, con varios ficheros relacionados, un montón de macros, una interfaz de entrada, un generador de informes en Word, capacidad para importar y exporar datos en XML, generar gráficos, cualquier cosa. Al final necesitas hacer un manual de ayuda para el usuario, un manual del consultor, lista de mejoras, histórico de cambios, etc.
¿Y después? La evolución natural de un Excel es un Access. Y del Access a la página WEB. Y depués, comprar una herramienta del mercado, que era lo que tenías que haber hecho desde el principio.